Le costó llegar al Real Madrid y pasó antes por muchos otros clubes. Fue un portero con gran seguridad, ídolo de la afición y que salvó muchos partidos con sus grandes paradas aunque también cometía algún que otro fallo incompresible impropio de un guardameta de gran nivel. Se le recuerda por su fallo en la liga de Tenerife cuando desvió a gol un balón que se iba fuera por línea de fondo.
Se retiró el año de la liga de Fabio Capello. Anteriormente a la del Madrid, defendió la portería Betanzos, Mallorca, Deportivo, Huesca y Sevilla.
Aunque su éxito en el Madrid fue de muy poco tiempo fue una gran pieza en el proyecto de Capello de la 96-97. Comenzó a jugar en el equipo local de su ciudad, el Osijek y después fichó por el gran Dinamo Zagreb. Su traspaso al fútbol español se produjo gracias a que el Sevilla vio en él un jugador con estrella.
Mantuvo en Primera al Sevilla durante algunos años hasta que decidió fichar por el Real Madrid donde le llegó la gloria con una liga, una Champions y casi consigue el pichichi. Después de abandonar el Madrid, se fue a la liga inglesa para militar en el Arsenal y n el West Ham). Terminó su carrera en el 1860 Múnich.
Probablemente uno de los mejores centrales de la historia del fútbol y del Real Madrid. Aunque no comenzó como defensa sino como mediapunta tanto en las categorías inferiores del Málaga como en el Valladolid. En el Real Madrid también empezó en el centro del campo pero poco a poco retrasó su posición.
Su punto débil fue la falta de velocidad que se fue disminuyendo con los años y con sus lesiones de espaldas. Corte limpio, buena anticipación de juego y excelente lanzador de penalties y faltas. Después del Real Madrid, jugó en la liga de Qatar y en el Bolton Wonderers.
Un jugador que quizá pasó desapercibido en comparación con lo bueno que era y con todo lo que dio al Real Madrid. Salió de las categorías inferiores del blanco para formar parte de la Quinta del Buitre. Después de siete años en el Bernabéu y algunas discusiones internas, se marchó a Italia para jugar al Torino y a Francia para estar en el Olympique de Marsella.
Su corazón, la afición y la directiva del Real Madrid se hicieron fuertes y regresó a su casa donde estuvo tres años más para luego recorrer más clubes: Deportivo de la Coruña, Zelaya mexicano y Karlsruher alemán, su último club. Fue jugador que se desenvolvía muy bien en la zona de creación.
Le costó llegar al Real Madrid y pasó antes por muchos otros clubes. Fue un portero con gran seguridad, ídolo de la afición y que salvó muchos partidos con sus grandes paradas aunque también cometía algún que otro fallo incompresible impropio de un guardameta de gran nivel. Se le recuerda por su fallo en la liga de Tenerife cuando desvió a gol un balón que se iba fuera por línea de fondo.
